jueves, 2 de noviembre de 2017

Tradición

Por: David Valerio

En Zacatecas es tradición
Ir a adornar el panteón
Y cocinar delicioso camote
Evitando que la fiesta se agote

Uno y dos de noviembre
Se festeja a los fallecidos
Dedicándoles ofrendas
De los que estamos vivos

De las tradiciones, la de los muertos
Tiene ya bastantes adeptos
Y es que esta es muy bonita
Recordar con humor la calaverita

Los panteones de Tres Cruces
Ya están llenos de luces
Pues ahí vienen festejadores
Trayendo con ellos las flores 




Los panteones



Por: David Valerio

Los panteones de Herrera y Purísima
Ya abrieron su puerta grandísima 
Para recibir a los peregrinos
Y a los que aun no morimos

Tanto asesinato en Zacatecas es doloroso
Y ya han creado un clima tenebroso
Mejor que la muerte amarre con sus rebosos
Y se lleve a los políticos por mentirosos

¡Ah qué gobernador tan zacatón!
Para tapar sus mentiras no encuentra tapón
Ni para lavar la corrupción hay jabón
Que se lo lleve la calaca al panteón    

Esos prianistas no llenan de robar 
En campaña, el voto quieren mendingar
Para ya en el poder la gente olvidar  
A esos corruptos deberíamos enterrar 

En Zacatecas ya estamos cansados 
De los políticos tan descarados
Pues de los problemas se echan la pelotita
Así mejor, que se los lleve la flaquita

Festejamos el día de muertos
Estando un tanto contentos 
Recibiendo las ovaciones 
De nuestras lindas tradiciones. 

Ya viene

Por: David Valerio

Ya viene el 2 de los muertos
La gente ya organizó los eventos
Que año con año en Zacatecas
Celebran las bonitas fiestas

La Bufa parece una ofrenda
Con su belleza y leyenda
Que luce para los muertos
Y los que estamos despiertos 

La gente ya se prepara
Para pintarse la cara
Y celebrar los folclores
Con la magia de sus colores
 
En Zacatecas de mis cumplidos
Se festeja a los fallecidos
Con cultura y destreza
De recordar sin tristeza  



La costumbre

Por: David Valerio

Ya se termina octubre
Y se acerca la costumbre
Que preservamos los mexicanos
Festejar a los muertos como hermanos

En Zacatecas se festeja y no se espanta
Por el contrario altar se levanta
Ofrendas para los muertos
Y fiesta pa’ los despiertos

Calaveritas de azúcar se venden en zacatecas
Y son las más ricas y pintorescas
Pues recordando a la muerte
Endulzan muy complaciente

Los niños ya se están disfrazando
Para salir y pedir cantando
Los dulces y los regalos
En este día de los finados 



Acomodándose el sombrero

Por: David Valerio

Estaba Tello acomodándose el sombrero
Pues quería aparentar ser buen compañero
Y asimismo mostrar ser algo virtuoso
Pero llegó la calaca preguntando por el mentiroso.

Así Tello se echó a correr
Escondiéndose tras su mujer
Confiando en que ésta a la calaca enfrentará
Aunque así demostrará quien en verdad gobernaba.

Pero tampoco Cristina supo qué hacer
Cuando la flaquita se les vino a aparecer
Y aunque le rogaron con fe y de corazón
Nada impidió que los cargara al panteón  

Parece que la calaca reside ya en Zacatecas
Pues en el panteón hay seguido
Montón de nuevas macetas 
Esto no es agradable
Ni mucho menos deseable
Que la violencia persista
En Zacatecas amable.
Espero que no sea amaño
Y se festeja al año.
Pues recordar a la muerte
En la ciudad ya es frecuente.  

Como me duele mi Zacatecas querida
Que de la paz ya no hay expectativa
Pues es lamentable que la violencia
Esté presente con tanta frecuencia

Con estas calaveras, preservo las tradiciones
De la más hermosa de todas las naciones
De mi México querido que ante las aversiones

Sigue en lucha y sin preocupaciones.

jueves, 16 de julio de 2015

Trabajo físico y trabajo intelectual, complementos desde el pensamiento de Cervantes

Por: David Alberto Valerio Miranda

En el contexto actual hay una clara separación entre el trabajo intelectual y el físico, de hecho lo más en boga para encontrar un desarrollo individual de los seres humanos se encamina hacia buscar realizarse en un trabajo más intelectual, evitando todo tipo de desgaste físico, esa inclinación hacia el trabajo intelectual es posible que sea ya añeja en la historia de la humanidad.
En la cultura occidental, en la cual desde sus raíces en la antigua civilización helena se puede encontrar un cierto antecedente hacia esta inclinación, esto si consideramos que en la cultura griega, el trabajo manual o físico era denigrante, por lo que las actividades contemplativas abstractas eran las ideales para desarrollar individuos virtuosos, actividades que eran designadas a la pequeña élite de los ciudadanos griegos, mostrando con esto un claro rechazo a la trabajo físico-manual.
Así, dando un gran salto en la historia de la humanidad, nos situamos hasta finales de la Edad Media, donde con el Renacimiento y el nacimiento de la Modernidad, el trabajo físico y manual se comienza a revalorizar, de ahí los avances en la ciencia derivados del trabajo experimental, o el desarrollo artístico que se vinculo directamente con el uso del cuerpo como herramienta, quizá el trabajo manual se revalorizó, pero no todo sino también sólo el de sectores pequeños como lo es el artístico y el científico, prueba de este arquetipo puede encontrase en el pensamiento de Cervantes, plasmado en su obra máxima, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
Esta noción está clara en las palabras de Don quijote, específicamente en el capítulo XVIII de la primera parte, en uno de los diálogos entre Sancho Panza y su señor, el escudero refiere a que Don Quijote sería más bueno para los discursos que para la caballería andante, a lo cual el famoso personaje responde que los caballeros deben realizar ambas labores, así lo dice: “Nunca la lanza embotó la pluma, ni la pluma la lanza” afirmando con esto que en el ideal de la caballería abarca tanto trabajos físicos como intelectuales, pero, ¿qué hay detrás de esta afirmación? Podría decirse que Cervantes intenta mostrar mediante el dialogo de sus personajes un poco de su pensamiento, en el cual cabe quizá la idea de que tanto el trabajo intelectual como el físico, no es más el uno que el otro, ni uno más denígrate conforme al otro, sino más bien complementarios para un pleno desarrollo humano. Trayendo esto al presente esta cuestión cabría reflexionar si en la actualidad ¿existe tal división y diferencia hacia el trabajo? ¿Seguimos denigrando el trabajo físico y sobrevalorando el intelectual, sin encontrar un equilibrio aún? En fin, esto sólo como una de tantas reflexiones que siguen vigentes y pueden encontrarse en la fascinante obra del clásico literato español.

Columna publicada en el suplemento cultural La Gualdra: 
http://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-206
Comentarios:

Twitter: @Valeriomirand


Sancho Panza un gran gobernador

Por: Rebeca Mejía López

Si le dieran a elegir, estimado lector, entre la sabiduría y la inteligencia ¿cuál de las dos escogería? Cervantes me hizo reflexionar sobre esto en el la segunda parte de El Quijote, capítulo XLV cuando el gran Sancho Panza tomó posesión de su ínsula y del modo en que comenzó a gobernar. Nuevamente la influencia de la literatura clásica griega es perceptible al inicio de la narración, cuando Cervantes pide a Apolo lo alumbre en la narración del gobierno de Sancho.
Sancho Panza comienza su gobierno siguiendo al pie de la letra los consejos que don Quijote la proporcionó. Cuando le llaman don Sancho Panza, éste se ofende por la inclusión de don y advierte que “yo no tengo don, ni en todo mi linaje le ha habido: Sancho Panza me llaman a secas, y Sancho se llamó mi padre, y Sancho mi abuelo, y todos fueron Panzas, sin añadiduras”.
El gobernador Sancho no tarda en ejercer su papel resolviendo conflictos, el primero entre un sastre y un labrador, y el segundo, entre una mujer y un hombre vestido de ganadero rico. Éste último caso es por demás interesante porque muestra la gran sabiduría que Sancho encierra a pesar de ser un ignorante que no sabe ni siquiera leer o que nunca ha sido tan inteligente y culto como su amo.
La mujer exige justicia porque el ganadero la ha manoseado y abusado. Sancho, calla y pide al hombre que cuente su versión de la historia, él admite que estuvo con la mujer luego de terminar sus labores, le pagó su servicio y ésta disgustada por la cantidad lo había conducido hasta el juzgado. A su vez, la mujer replica diciendo que eso es imposible y que, el hombre se aprovechó de su debilidad. Sancho, obliga al labrador a pagar a lo mujer el resto del dinero que exige. Así, la mujer se va satisfecha.
Luego, Sancho le dice que vaya detrás de la mujer y que intente quitarle el dinero. Extrañado, el labrador hace lo que se le pide. Así, la mujer regresa exigiendo justicia nuevamente pues aquél hombre sinvergüenza ha querido quitarle su dinero pero ella con todas sus fuerzas se ha resistido. “¡Antes me dejara yo quitar la vida que me quitaran la bolsa!”. El labrador explica que así sucedió y que le fue imposible tocarla siquiera.
Sancho le pide a la mujer que le muestre su bolsa, la cual está llena de dinero y le dice: “Hermana mía, si el mismo aliento y valor que habeís mostrado para defender esta bolsa le mostrárades, y aún la mitad menos, para defender vuestro cuerpo, las fuerzas de Hércules no os hicieran nada”. Le pide que se vaya, no sin antes devolver el dinero al labrador so pena de recibir azotes.
Así, el hombre le terminó dando las gracias y los circunstantes quedaron admirados de nuevo de los juicios y sentencias de su sabio gobernador.

Columna publicada en el suplemento cultural La Gualdra:
http://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-205

Comentarios y sugerencias:

Twitter: @RbkMej