Por: David Valerio
Estaba Tello acomodándose el
sombrero
Pues quería aparentar ser buen
compañero
Y asimismo mostrar ser algo
virtuoso
Pero llegó la calaca
preguntando por el mentiroso.
Así Tello se echó a correr
Escondiéndose tras su mujer
Confiando en que ésta a la
calaca enfrentará
Aunque así demostrará quien en
verdad gobernaba.
Pero tampoco Cristina supo qué
hacer
Cuando la flaquita se les vino
a aparecer
Y aunque le rogaron con fe y
de corazón
Nada impidió que los cargara
al panteón
Parece que la calaca reside ya
en Zacatecas
Pues en el panteón hay seguido
Montón de nuevas macetas
Esto no es agradable
Ni mucho menos deseable
Que la violencia persista
En Zacatecas amable.
Espero que no sea amaño
Y se festeja al año.
Pues recordar a la muerte
En la ciudad ya es frecuente.
Como me duele mi Zacatecas
querida
Que de la paz ya no hay
expectativa
Pues es lamentable que la
violencia
Esté presente con tanta frecuencia
Con estas calaveras, preservo
las tradiciones
De la más hermosa de todas las
naciones
De mi México querido que ante
las aversiones
Sigue en lucha y sin
preocupaciones.