Por: David Alberto Valerio Miranda
En
el presente año se cumple ya un centenario del natalicio de José Revueltas
(1914-2014)[1],
propicio pretexto para reflexionar en torno a su legado, un buen ejercicio
puede ser retomar su obra, deteniéndose en uno de sus libros y valorar su
aportación hoy, tal será el caso del presente texto, donde pretendo reseñar él: “México 68: Juventud y Revolución” de nuestro homenajeado autor,
considero que dicha obra refleja una elaborada descripción de Revueltas, pues
muestra su amplitud intelectual, como su ético accionar, acorde a su
espíritu revolucionario.
Seleccióné
dicho libro en particular, porque relata de principio a fin el desarrollo del
movimiento estudiantil en el convulsionado año 1968, con el impulso de la
juventud mexicana y su atención crítica que alentaba esperanza, espíritu
crítico que tanto hace falta en las insensibles generaciones juveniles de hoy.
No
sería exagerado si se remitiera al libro de Revueltas como un trabajo amplio,
pues es un libro que recopila apuntes, notas, reflexiones críticas, textos políticos
entre otros, que escribió durante los meses del movimiento y durante su
estancia en la prisión de Lecumberri (1968-1971), los cuales no publicó. El póstumo
libro es posible explorarlo desde diferentes aristas, por ejemplo: su
consecuente narración de hechos puede ofrecer valorativa historia al ser él
mismo participe de la realidad descrita, comprometido como un militante más del
movimiento.
En
el proceso descriptivo que compone la obra, se avista una férrea carga
política, pero no grosera, oficialista sino más bien crítica, acercándose más
con lo teórico-práctico, sin despegarse del rigor académico, que muestran la
coherencia del autor al ser característica de uno de sus principales proyectos
como lo fueron el de autogestión académica y la universidad como una
institución crítica.
Presenta
un breve esquema de su proyecto: autogestión académica. Éste consistía en
ejercer praxis política de democracia directa, con comités, concejos, asambleas
etc. Como se práctico en el movimiento, pues De acuerdo con Revueltas, la autogestión universitaria se materializo
en una forma y un contenido especifico,[2]
pero sobre todo la solidaridad entre docentes y estudiantes, que borraba todo
distanciamiento fundiéndoles en un compañerismo de lucha.
Tomando
en cuenta el proyecto que propone el autor en su obra, se puede referir a este
como un proyecto pedagógico social, más cercano a una pedagogía revolucionaria,
por lo que, está obra también puede ser valorada por quien busca un proyecto
educativo crítico y humanista.
La
capacidad de claridad y fluidez las manifiesta el autor hasta en la crudeza
real de su narración, así como en cada una de las líneas que comprenden el
libro, característica que hace al texto ameno y atractivo, exposición literal
de pulcra prosa no extraña en Revueltas y su parentesco tan cercano con la
literatura.
De
acuerdo con algunos de los puntos anteriores y los que de momento se me
escapan, se puede considerar al libro de Revueltas cómo una valiosa obra, al
poseer una amplitud de estudio en disciplinas como: la historia, la ciencia
política y hasta filosofía.
Además
de especificaciones que se pueden encontrar en cada una de estas, por ejemplo
en el aspecto filosófico, puede contener una propuesta ética-crítica, por lo que
puede ser auxiliar en diferentes investigaciones, lo que la acredita como un
libro de enriquecedor interés. En un primer momento pareciera que Revueltas
dirige su obra a los estudiantes, así como a las universidades mexicanas en
general a adoptar la postura de una universidad crítica y ser motor de la
revolución social.
Posteriormente
en el desarrollo de este, el autor aclara que el sector estudiantil es sólo una
parte del sector revolucionario, pues la principal invitación considero está
dirigida al sector desposeído de la sociedad, el proletariado, el campesinado y
a todos los asalariados que conforman las clases bajas mayoritarias de México.
Lo
anterior muestra el carácter anti-dogmatico, anti sectario de Revueltas, al no
encerrarse a un sólo sector social sino proponer un proyecto de mayor amplitud,
además de su actitud crítica que nadie podrá negar, tanto así que, años antes
de su participación en el movimiento, fue
miembro del partido comunista de México, del que fue expulsado por sus
posiciones anti-estalinistas.[3]
Revueltas
escribe el libro acorde a las circunstancias internacionales del momento,
contexto en el cual se gestaban movimientos sociales en varios países como
Francia, Japón, EE.UU. entre otros, convulsiones que intentaban recuperar la
esperanza anticapitalista, que cada vez se extinguía más, motivada por la
traición de los llamados países socialistas.
No
se puede negar el optimismo histórico con el que Revueltas toma las
circunstancias que vive y retrata en su libro, pues considera aquellas
convulsiones como resultado de la conciencia histórica y las contradicciones del
desarrollo de la humanidad.
Más
allá de ser una obra amplia, está refleja a Revueltas, como un pensador
comprometido, preocupado por su entorno y su transformación, pero sobre todo un
humanista, de los que hoy día tanto se carece, y por ello es merecido una
retrospección de su obra y su propagación, pues José Revueltas dejó una marca profunda que todavía se siente vibrar en
las nuevas generaciones.[4]
Sólo queda terminar este espacio de expresión reiterando la invitación a
consultar el libro comentado y ¿por qué no?, algo más de la vasta obra de
Revueltas.
[1] Para una biografía de Revueltas
consúltese: Leyva José Ángel, El naranjo
en flor: Homenaje a los Revueltas, ICED, México 2006.
[2] González Rojo Enrique, Las últimas concepciones teórico-políticas
de José Revueltas, Blog Filosofía Política. Ver P 1.
[3] Ortega Esquivel Aureliano, José Revueltas y el marxismo crítico en
México, UANL, México, 2011. Ver p 198.