domingo, 19 de septiembre de 2010

El queso y los gusanos



Tanto tiempo sin escribir y tantas cosas que decir. He estado escribiendo mucho pero desafortunadamente no lo he podido compartir con quien quiera que lea este abandonado blog. En fin eso no importa lo que importa es que uno escriba. Así que en los últimos cinco meses han ocurrido cosas interesantes dentro de mi cotidianidad.
Hablando de cotidianidad, quisiera compartir con ustedes un libro que leí hace como un año. Se trata de El queso y los gusanos: el cosmos según un molinero del siglo XVI del historiador italiano Carlo Ginzburg.
Este libro lo leí para un ensayo final que debía entregar en la clase de Taller de redacción de textos en mi primer año de historia. Y contrario a lo que suele pasar con los libros asignados para tareas, este resulto ser uno de mis favoritos y con el cual inicié un largo camino que me queda por recorrer dentro de la lectura historiográfica.Lo que más me gusta de este libro es que cualquiera lo puede leer, es digerible y no tiene nada que ver con lo que la gente se imagina cuando le hablas de textos historiográfia
Ahora bien, ¿qué es lo que pasa cuando alguien rompe con lo cotidiano?, por el simple hecho de pensar diferente a los demás. De ir en contra de lo establecido, pero no por maldad, maquiavelismo o cualquier otra cosa sino más que nada movido por la curiosidad y por el saber.
Bueno esto es precisamente lo que le sucede a Domenico Scandella, un molinero friulano mejor conocido como Menocchio, quien murió en la hoguera por orden del Santo Oficio a finales del siglo XVI, sólo por hacer la analogía de que el cosmos era como un queso con gusanos dentro de el.
Las ideas de Menocchio no eran apropiadas para su época y con esto me refiero no a que este mal pensar como queramos sino que muchas veces hay que guardar las apariencias o llevarlo hasta las últimas consecuencias.
En lo personal me parece importante que la gente se acerque a la historia de todas las maneras posibles, en la escuela, en novelas históricas, en revistas y que la curiosidad los lleve más allá, hacia los textos historiográficos. El cómo se ha escrito la historia es algo que nos concierne a todos pues nadie está exento de ella. No importa lo que hagamos, somos parte de un todo y a la vez nuestra parte explica y determina ese todo. No hay que olvidarlo.
Hasta la próxima
:)