domingo, 7 de febrero de 2010

La historia de México según Diego Rivera





Un gran pintor y muralista mexicano, quien consiguió plasmar sus ideas revolucionarias y su visión no solo de México y el mundo es sin duda, Diego Rivera.

Este gran pensador ilustre nace en Guanajuato el 8 de diciembre de 1886, el crecimiento de Diego entre mineros, campesinos y las ideas liberales de su padre, influyeron enormemente en su formación intelectual. A su corta edad de seis años, Diego y su familia se trasladan a la ciudad de México. Ingresando tiempo después a la edad de diez años a la Academia de Bellas Artes de San Carlos, teniendo como maestros a Santiago Rebull, José Salomé Pina, Félix Parra y José María Velasco. En 1902 abandona la Escuela de Bellas Artes, comenzando a trabajar independientemente, efectuando en 1907 su primera exposición, los siguientes dos años los dedicaría a viajes de estudio y trabajo por Bélgica, Holanda e Inglaterra. Regresó a México por breve tiempo y celebró una nueva exposición de sus obras, presenciando el principio de la Revolución Mexicana, la cual le hizo abandonar México otra vez, para regresar a Europa en 1911, teniendo a partir de entonces nuevas experiencias como su etapa cubista y el estallido de la Primera Guerra Mundial.

Finalmente Diego en el periodo de 1915 a 1920 encontraría en las obras de artistas franceses, tales como Renoir, Cézanne y Gauguin, los elementos que constituirían su enorme fondo cultural y su singular personalidad artística. Sostuvo discusiones con David Alfaro Siqueiros sobre la necesidad de transformar el arte mexicano, creando un moviendo nacional y popular. Regresó a México en 1921, luego de sus viajes por Italia, con un cúmulo de estudios, observaciones y experiencias artísticas. Con José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros constituyó el Sindicato de Pintores.

Diego Rivera es le primero que se encarga de recoger en obras muralistas la vida en la República Mexicana, plasmando lo que es para el mexicano, sus ilusiones, costumbres, fiestas, desgracias, alegrías, paisajes, su pasado, su presente y la esperanza.

Durante los años de 1929 a 1935, Diego se dedica a plasmar en sus murales los conceptos sobre la Historia de México, iniciando la monumental decoración de la escalera del Palacio Nacional, con la representación de México Prehispánico (1929-1930), en ella el artista evoca nuestra gran pasado indígena con la representación del dios Quetzlcóatl y sus diversas representaciones, así como también el reflejo de las costumbres y deidades de las diversas culturas tales como Mexica, Tolteca, Teotihuacana, Huasteca y Maya.

Diego Rivera continúa esta exhaustiva obra, con México del presente (1930-1931), en la cual comienza plasmando la conquista de México por los españoles y su resistencia, además de los sucesos venideros los cuales son la Independencia y la Revolución, con muchísimos rostros de todos aquellos personajes emblemáticos que llevaron a cabo con fuerza y valentía las peticiones de su pueblo, y otros con las ambiciones y la visión de un mejor porvenir personal. Entre ellos tenemos, a Hernán Cortés, Cuauhtemoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Costilla, Morelos, Agustín de Iturbide, Fernando VII, Venustiano Carranza, Pancho Villa, Emiliano Zapata, Josefa Ortiz de Domínguez, Francisco I, Madero, por mencionar solo algunos.

Diego Rivera finaliza con México de hoy y del futuro (1935), en este último apartado, nos permite ver sus ideologías de tendencia Marxista, con esperanza en el socialismo y el comunismo por un México mejor, sin campesinos ni obreros explotados. También nos expone verdades incomodas, como lo es recuadro en el cual esta la escena de una orgía donde no solo participan las personas integrantes de nuestro gobierno sino también del mismo clero, arriba se nos muestra a Calos Marx señalándonos el camino hacia el progreso, más abajo se nos muestra como es que un estudiante obrero carga en su brazo izquierdo la obra de Carlos Marx El capital, y con el otro burlándose de las ideas retrogradas de un profesor fascista, en la parte superior Diego, representa a la educación con las figuras de Frida Kahlo y su hermana Cristina, las cuales confrontan los textos de Engels y Marx.

Obviamente la Historia de México no solo queda bellamente representada en términos artísticos sino que de manera cruda nos muestra las diversas etapas del progreso que ha tenido México, en ocasiones no tan satisfactorio, y con ello todas las personas que se sacrificaron porque los ideales y la esperanza eran más fuertes que cualquier otra cosa, sin embargo, al terminar de contemplar esta pieza, nos damos cuenta de que como mexicanos es momento de reivindicarnos y reflexionar acerca de que fue lo que triunfó y que fracasó en los movimientos más importantes de nuestra historia, la Independencia y la Revolución.