sábado, 18 de junio de 2011

Borges est segroB


[...] Había en su andar
[si el oxímoron es tolerable]
una como graciosa torpeza,
un principio de éxtasis [...]
Fragmento El Aleph

De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro.
Los demás son extensiones de su cuerpo.
El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista;
el teléfono es extensión de la voz;
luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo.
Pero el libro es otra cosa:
el libro es una extensión de la memoria
y la imaginación.
Jorge Luis Borges


En días pasados se celebró el aniversario luctuoso número veinticinco de éste autor argentino nacido en 1899. Con un antepasado familiar de tinte histórico, hijo de Jorge Borges Haslam y Leonor Acevedo Suárez, Borges comenzó desde pequeño a manifestar su don por la escritura. A los seis años sabía leer en inglés -gracias a su abuela Fanny Haslam-, crearía su primera fábula titulada: La visera fatal, inspirado en un pasaje del Quijote. Posteriormente a los diez años publicaría una estupenda traducción al español de El príncipe feliz de Oscar Wilde.
Durante la primera viviría junto a su familia en diversos lugares de Europa tales como París, Milán y Venecia, siendo esto un factor determinante en la vida y obra del autor ya que fue en este periodo cuando Borges devoró a los Clásicos desde los Griegos, pasando por Voltaire, Victor Hugo, los simbolistas -Blake, Baudelaire, Füsslir-, así como el expresionismo alemán. Por supuesto autores en habla castellana como José Hernández, Leopoldo Lugones y Everasto Carrigeño.
La vida social de Borges estuvo envuelta de amistades excepcionales como: Rafael Cansinos Assens -quien fue una gran influencia en el autor-, Valle Inclán, Juan Ramón Jiménez, Ortega y Gasset, entre otros.
En 1921 Borges regresa a Argentina. Fundó las revistas Primas y más tarde Proa con tintes antiperonistas. Luego de un segundo viaje a Europa, entregaría su primer libro de versos a imprenta: Fervor de Buenos Aires (1923), siguiéndole Luna de enfrente (1925), Cuaderno de San Martín (1929). Asimismo ensayos como Inquisiciones, El tamaño de mis esperanzas y El Idioma de los Argentinos -éste último no se reeditaría-.
Durante la década de los 30's la fama de Borges como intelectual iba en aumento, vinculado a figuras como Victoria y Silvinia Ocampo, quienes le presentaron a Adolfo Bioy Casares.
En esos momentos Borges se dedicó a la crítica literaria y traducciones de la obra de Wolf, Faulkner y Michaux, a su vez publica diversas antologías con sus amigos. En 1938 fallece su padre y Borges se dedicó a trabajar en la Biblioteca a las afueras de Argentina. Ese mismo año sufre un accidente al caer de una escalera y golpearse con una ventana, ello le causaría su progresiva ceguera que el mismo describiría "como un lento atardecer". Con ello se vio resignado a dictar sus cuentos y escritos, por lo cual quedaría prendado de la solicitud de su madre y amigos. Continuando con su oficio de escritor Borges publicó: Evaristo Carriego (ensayo 1930), Discusión (Ensayos 1932), Historia universal de la infamia (1935), Historia de la eternidad (1936). En 1940 editó, junto a Silvina Ocampo y su esposo Bioy Casares, Antología de la literatura fantástica y un año después Antología de la poética argentina.
En 1942 Borges y Bioy se convirtieron en H. Bustos Domeqc y publicaron Seis problemas de don Isidro Parodi. Más adelante Borges publicaría El jardín de los senderos que se bifurcan, el cual no obtiene el éxito deseado y más adelante lo incorporaría a su obra Ficciones (1944).
El Aleph vería la luz en 1949 y El hacedor en 1960.
Posterior a esto Borges se dedicó a publicar diversas obras y ensayos antes de la caída del Peronismo en 1955. Con la consolidación de un nuevo gobierno a Borges se le vanaglorió con diversos premios que reconocían su enorme trabajo como escritor, otorgándole además el cargo como director de la Biblioteca Nacional y el ingreso a la Academia de Letras.
Luego de diversas opiniones en contra de la restitución del Peronismo en 1974, Borges es atacado por la Academia Sueca ante la declaración de que nunca recibiría el Premio Nobel de Literatura debido a su actitud reaccionaria. Borges fue entrevistado, junto a diversos escritores, por las desapariciones que se suscitaron de diversos colegas intelectuales.
Jorge Luis Borges no sólo un escritor único sino además enigmático y prolífico, que a veinticinco años de su muerte el mejor homenaje que podemos hacer no sólo a su memoria, sino a la memoria como el la definió, es leerlo y releerlo. Sin prejuicios o temor a su increíble bagaje cultural e intelectual, desacralizarlo, como propone Nelly Maldonado experta en literatura y catedrática de la UNAM, explorarlo, conocerlo, hacer de sus libros cuadernos de trabajo para la vida con anotaciones al borde tal como lo hacía el mismo con cada obra que tuvo en sus manos.
Murió en Ginebra el 14 de junio de 1986.

Para conocer un poco más de Borges recomiendo el siguiente Blog:
http://patriciaventi.blogspot.com/2007/10/entrevista-jorge-luis-borges.html

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